Sucedió al fín...

No podía parar...una tras otras, caían sin cesar, como gotas de lluvia en invierno. Nada las podía detener, caían y caían, amargas, saladas y asperas al contacto de la piel reseca, no tanto por que tuviera demasiada edad, sino por que los años se llevan por dentro: 1000 años no son nada... 1000 años son una chispa, son un alma resquebrajada por las derrotas, los golpes, las desiluciones y la miseria que en su alma anidaba. Mil años, no son nada; los mismo mil años que se demoró en darse cuenta cuan errado estaba, cuando perdido entre la multitud queriendo aferrarse a cualquier oportunidad que le brindara la muerte esperanza, aquella maldita mujer de expresión reconfortante y sonrisa pétrea.
Si había llegado a ese estado, había sido por su causa, y ahora lo sabia, ahora más que nunca reconocía cuán equivocada puede estar una persona en su actuar, cuanto tiempo perdido... pero ¿que más da? el tiempo era solo eso una medida, un trozo del constante flujo de la vida. Flujo como aquellos diamantes salados que no paraban de aflorar a cada momento, no entendía el porqué, ni siquiera el como, lo único que sentía era que aquellos mil años de mentiras salían por todos sus poros, derrotándolo por última vez, quebrando su menguada voluntad, perdiéndose en el eco de sus pensamientos.

Una lágrima, una tras otras, sin entender el porqué, volvían a nacer, como un torrente infatigable que oscurece la razón, como un signo de perdición.¿Hace cuanto que no lloraba? Ya no podía recodarlo si quiera... su animo, su fuerza de voluntad se lo impedían, pero ahora, ¿que lo limitaba? Nada. Era hora de que el cansancio acumulado, la fatiga inagotable y las pasiones reprimidas se abrieran paso por sus venas, sus pulmones, su corazón, llenando su torrente sanguíneo de palabras nocturnas, de sueños rotos (que herían como el cristal) y esperanzas vanas. Odiaba aquello. Odiaba con todo la fuerza del mundo su ser, su misión y su vida milenaria.

El cansacio, como las lágrimas lo llenaban todo de un denso aire putrefacto, una repulsiva visión se presentó en su mente -era él sentado viendo pasar el mundo delante de si- pero que poco a poco se transformaba en un brillante futuro, tal y como nunca lo había soñado (ya que sus obsesiones le impedían siquiera imaginarse algo más que eso que lo cegaba, ser feliz) un futuro sin preocupaciones, sin obsesiones y sin miradas ni esperanzas vanas.

Poco a poco el surco que formaron sus lágrimas se secaba dejando un rastro salino tras de si, agrietando la piel, no la dermis, si no la del alma, aquella piel cansada de tanto vivir, de tanto vagar estos mil años en busca de su futuro; el futuro ya no había que buscarlo, éste se había aparecido delante de sus ojos, el futuro es ahora, el futuro, no era nada más que sentarse en las nubes viendo pasar las hormigas ajetreadas bajo su confortable posición.

Las gotas comenzaron a caer nuevamente, sabia que aquello era demasiado esperanzador para su extinta humanidad, volvía a caer en el juego de la señora esperanza... la felicidad no estaba ni aquí ni allá, ni siquiera en el mundo corporal ( esas sensaciones solo eran pasajeros atisbos, vagos remedos de lo que llaman felicidad) pues la felicidad que buscan los demás, él comprendía, en ese instante que las musas te hablan, se encontraba en el no-lugar de la imaginación, era un artificio creado por los dioses para mantener a raya a la población, para mitigar su imperfección y drogarlos en el intenso frenesí que como una vela moribunda arde por ultima vez antes de consumirse por completo.

Seguía, no podía comprenderlo, no por concebir que del lugar que provenía toda aquella agua, aun quedara mas y más, sin saber cuando por fin acataría. Su rostro inexpresivo, fijo delante de la nada tendía a agrietarse por el exceso de sal, por los golpes y por la esperanza que se negaba a morir: a pesar de todo, ya era tarde, muy tarde para el, y por eso no quería dejar de llorar, sabía que si lo hacía, su alma se quebraría en pedazos reduciéndolo a escombros humeantes, pedazos de cuerpo sin razón de ser, sin aparente vida, nada más que llegar al fin hasta donde sus propios medios le dieran oportunidad. Ya no había nadie, solo sus lágrimas saladas y secas, su llanto había perdido todo sentido, toda similitud con algún vago sentimiento que pudo albergar en aquellos lejanos días cuando aún la palabra vida significaba algo para él.

Estaba cansado, muy cansado, tanto que ya no podía recodar cuando había sido la ultima vez que la paz del descanso había acudido a su encuentro. Ya era hora, todo había acabado, dejaba de llorar; sus pensamientos, aquellos de mil años, se borraban con las ultimas gotas, perdían sentido, hasta que al fin eran eliminados de todo su ser. Era, al finalizar su larga vida mortal, el único y reconfortante alivio a sus penas milenarias, no recordar. Ya no había nada que lo acercara a su anterior condición, no sabia quien era, ni por que estaba allí, lo único que no se había borrado de su mente, como una firme ancla que se niega a partir, era un deseo incontrolable de volar, volar por el cielo nocturno donde nadie pudiera tocarlo jamás, llegar a una galaxia lejana, y allí sentarse a observar, escudriñando todo a su alrededor, así para toda la eternidad; y eso fue lo que hizo.

De un salto cumplió su deseo lanzándose al vacío, a la oscura noche que lo tragó sin dejar rastro de sí.

Lo último que se vio de él, fue una gota que caía lentamente por el vacío nocturno. Una lágrima oscura, con la sensación de su vuelo espacial; una lágrima sin sentido ni olvido, que antes de cosumirse en el suelo gris, ya se había desecho como polvo cósmico: y era que tenia mil años, demasiado tiempo, para una lágrima cansada de tanto vagar por galaxias y universos de papel, fatigada de no encontrar una razón de ser.


Dedicada para la NADA.

Dedicada para la COMPRENSIÓN

Dedicada para ELLOS

Dedicada para NADA

Dedicada para NADIE.
Nadie se merece esto, nadie; nadie lo comprende, ni nadie lo hará nunca.

Comentarios

valeriart ha dicho que…
ay no te preocupes por haber sapeado!
no seas leso... además ahora ke tenia tiempo sapieé tus blog

arriaba el ánimo tienes mucho que sacar de ti y no te das cuenta!

y olvidate eso de desubicado ke ya se aclaró

Entradas populares