Que me ocurra algo...

"El futuro es como una sala de espera, como una gran estación con bancos y corrientes de aire. Y detrás de los cristales un montón de gente que pasa corriendo, sin verme, tienen prisa. Cogen trenes y taxis, tienen un sitio donde ir, alguien con quien encontrarse, y yo me quedo sentada esperando... 

-¿que espera Adele?-

que me ocurra algo"

Él se ha comprometido a no llorar, no debe, ni puede permitirse esos lujos, a pesar de que dentro de si, algo grite y luche por escapar, por salir, un lamento, una voz siempre apagada, pero muchas veces reavivada por el fuego de la vida.

Se convenció a si mismo de poder volar, de que los ángeles existen (y están entre nosotros) y de quien sabe cuantas cosas más. Pero nunca pensó que a vida, siempre le diría que volar tiene su precio (un par de costillas rotas se lo recuerdan cada vez) y que los ángeles que él creía ver, no eran sino personas, comunes y corrientes, llenas de sueños y dolores como todos, ni seres extra sensoriales, ni demonios... solo gente, personas que también pueden sentir dolor, a pesar de ser tan bondadosas... y odiar, como odian todos alguna vez en su vida, a algo o alguien.

No es que culpe a la vida, aunque en realidad, muchas veces lo haya hecho, quizás solo se lamenta la forma en que se suceden los acontecimientos, uno tras de otro en una sucesión de eventos desagradables, cuando la calma parecía haberse adueñado de su existencia. Siempre hay algo que le recuerda, que existe una respuesta ante su insistente pregunta ¿Por que no soy capaz de recordar lo que sueño mientras duermo?
Por que soñar no vale la pena...

Soñar es un impulso básico, pero extirpable como un tumor, y descartable como una hoja vieja y ajada. En tiempos como hoy, soñar es un lujo que se dan los ricos, con sus millones y los novelistas cuando escriben sobre mundos en que a él le gustaría estar. Pero siempre despierta, sueña, despierta... no mientras duerme, sino cuando habla, respira, come y crece... sueña... o mas bien soñaba, y hasta hoy eso era lo que debía de pensar (por lo menos eso le hicieron creer).

Los héroes no renuncian a sus sueños... pero él no es un héroe (y esta muy lejos de serlo). Bondad, no se paga con la misma moneda, ni tampoco el resto de cosas buenas que el mundo suele creer que él posee. No es lógico; la lógica no funciona aquí, en el mundo. Su heroica existencia se remite a creer, pensar que haciendo el "bien" recibirá la recompensa de los héroes. No es así, aunque a veces quiera auto convencerse de ello. Es solo un hombre, un miserable mortal a ojos de los Olimpicos, una plaga que pasará por el mundo y eventualmente desaparecerá como el resto de su especie.

Y lo hará, desaparecerá... ahora mismo, en este instante lo esta haciendo... ya no percibe lo que existe a su alrededor, solo un solo pensamiento lo inunda. Seguir adelante, avanzar, caminar, correr... un paso tras otro se aleja de aquí, con un destino seguro...Ira, furia... no, no es eso solamente, dolor pena, quizás, pero más allá de eso, solo sigue, porque su meta no es seguir soñando, si no desaparecer... en sus propios sueños. Aquellos que como armas de doble filo, terminar por matarlo aquí, mas no a donde va.
Aquél que todos pensaron, que todos conocieron o quisieron hacerlo sin éxito, aquel sin mas razón para seguir aquí... ha decidido marcharse, y ya no hay vuelta atrás.

Cuando recupero el aliento, solo podía sentir que había un mundo lejano a sus espaldas, pero ya no era importante, o ya no podía recordarlo, había olvidado quien era y de donde venia, quedandole solo un pensamiento aquí, en el campo de batalla, debía seguir adelante... y terminar con lo que había comenzado.
Sangre, lágrimas, cansancio... todo aquello ya no existía... ni siquiera el frió atronador del invierno. Era uno solo, el ultimo soldado, el único que quedaba en pie, pero decidió continuar y avanzar, a pesa de que el mundo se revolvia y el silencio lo cegaba, cogió su espada y siguió adelante como siempre lo había hecho, y lo seguirá haciendo, enfrentando la muerte, solo para poder acariciar su rostro, su frío rostro de metal.

Un grito cortó el silencio nocturno... era invierno y la nieve comenzaba a caer sobre una espada clavada en el suelo... en aquel remoto lugar, los sueños habían vencido, y ahora su creador solo yacía tendido en el piso, convirtiéndose en una idea, dentro de un libro o dentro de algún iluso que quiera contemplar con otros ojos la vida. Aquella vida que él termino por vivir hace mucho tiempo.

Comentarios

Aynära ha dicho que…
...y entonces despertó agitado...estaba en su cama, solo la luz del escritorio prendida y el computador con un ensayo en word a medio escribir, vió la hora, eran las 3 de la mañana se había quedado dormido, cuando solo penso que descansaría un momento.. y no fue así... pero de algo estaba seguro.. eso no había sido un sueño, porque él hace tiempo que no soñaba, solo había sido una maldita pesadilla.
Decidió volver a dormir...mañana serguría con su ensayo.

jajajaja buen punto!
solo se me ocurrió matarte la idea xD
saludos Sama!

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